La Asociación y todos sus miembros no podemos más que agradecerles públicamente su gesto y su iniciativa, y extraer, como de toda buena historia, una moraleja: el malvado virus lo tendrá muy difícil si prevalece, en todos los ámbitos, la unidad, la solidaridad, la ilusión y las buenas ideas, de las que estos niños y niñas y sus familias han dado buena muestra.

